lunes, 17 de diciembre de 2012

Un líder ¿nace, o se hace?


Creo que al fin o al cabo ambas son ciertas:
El Líder nace y  el Líder también se hace ya que existen aspectos de la personalidad del individuo que son genéticos y en consecuencia se heredan, como pueden ser la inteligencia, el temperamento y otras aptitudes importantes.
Hay también, otras cualidades que se pueden crear o perfeccionar con la formación, el trabajo, el entrenamiento y la experiencia, y que a través de la enseñanza y del aprendizaje, el niño va a ir progresivamente adquiriendo hasta que se hace adulto y en ese proceso formativo intervienen con elementos principales del mismo, los padres, los educadores y diversos especialistas y técnicos específicos en determinadas materias.
También es muy importante el ambiente y el entorno en el que se desenvuelve una persona, y que va a ser determinante para su formación futura.
Un verdadero Líder, se empieza a formar desde la infancia, y en el colegio ya se pueden ver detalles concretos de la presencia de niños que comienzan a mostrar determinados rasgos en su personalidad, que les lleva a temprana edad a ejercer como líderes en los respectivos grupos que forman las personas con las que conviven o cercanas a ellos.
Con esto no me quiero referir a los que son líderes en un momento concreto de su vida, por que tienen a determinada edad más fuerza o más presencia física que otros, aquellos que sustentan su eventual liderazgo apoyados en la ley del más fuerte, eso con el tiempo se evapora y si no tienen otras virtudes  en las que apoyarse, dejan de ser líderes.
Creo que el Líder ya nace con unas cualidades innatas que son la base de lo que posteriormente se puede transformar en el desarrollo de un liderazgo en determinada actividad. Luego, la formación hace que con el tiempo esa base natural se vaya construyendo y potenciando apoyada en una gran preparación y en una enorme fuerza de voluntad.
El liderazgo de Hitler como ejemplo de liderazgo:

Hitler fue un líder para casi todas las definiciones de líder,  a pesar de que odiaba a ciertos grupos. Este odio lo condujo a una corrupción masiva (en su comunidad no era visto como corrupción, mientras que en muchas otras sí) Si él nunca hubiese llegado a ser un líder, el odio interior (corrupción) hacia ciertos grupos aún estaría allí. La única medicina preventiva par ala corrupción es un saludable respeto hacia los demás (diversidad).
Este líder natural donde los haya, con una capacidad inmensa de seducción sobre las masas, que, desgraciadamente, llevó a su país a la hecatombe.
Por desgracia, hay muy pocos líderes naturales con verdaderas capacidades entre los jefes de una empresa: la mayoría son imitaciones patéticas de modelos leídos en los libros, aplican técnicas como si estuvieran haciendo una receta de cocina, pero la gente a la que pretende "liderar" se da cuenta. Un verdadero líder es aquél al que, precisamente, no le preocupa que alguien NO le considere líder, porque hay mucha más gente que SI lo hace... En cuanto veas a alguien obsesionado con ser líder, sabrás automáticamente que no lo es.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Liderazgo

El mercado empresarial tiene claro que el cumplimiento de sus objetivos pasa por contar con una buena conducción, es decir, con una persona que sepa liderar al grupo y externalizar las habilidad de sus empleados ya que el éxito depende del liderazgo demostrado de todos los niveles de una organización, por lo tanto, los empleadores deben prestar especial atención en la selección y formación de sus líderes. Los líderes deben poseer las habilidades y experiencia para asegurarse que el grupo realiza bien las tareas, se podría decir que debe conocer lo que está haciendo para ser capaz de detectar cuando algo está mal. 
Un buen esquema de liderazgo es una garantía para que la empresa funcione en su máximo explendor, por ello un buen lider debe:
- Conocer lo que quiere hacer: No puedes acercarte a tu equipo si no tienes la certeza de en qué quieres que te sigan, el líder conoce el camino.
- Saber cómo hacer que lo sigan: una vez que sabes a dónde ir es necesario que tengas un plan para llegar, debes tener un método y apegarte a él,  es importante que como cabeza del equipo sepas premiar las actitudes positivas y minimizar el comportamiento negativo.
- Evitar enviar señales confusas: No puedes ganar la confianza de tu equipo si te contradices en tus políticas, la constancia y la congruencia ante todo.